Para la salida de hoy mi amigo Salvador ya tenia planeada una ruta corta pero llena de subidas que mas bien parecen paredes, no se quien esta mas loco, el por planear este tipo de rutas o yo por seguirlo, pero en fin...
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La primera subida tiene algunos tramos con una pendiente del 17%, desde abajo no la calculamos muy bien y decidimos treparla usando el plato grande... grave error tomando en cuenta que nuestro somatotipo no es el ideal para un ciclista de montaña, somos tipos corpulentos con una masa muscular considerable, muy apropiada para esfuerzos explosivos pero que a la hora de subir se convierte en vil lastre.
En la parte mas empinada apenas y podía pedalear, no me baje porque no podía desengancharme de mis pedales SPD y tuve que emplear el recurso de los desesperados, ir en un dramático y poco elegante zig-zag, lo importante fue que llegamos. Las siguientes subidas las encaramos con el plato de 34 dientes aunque la gradiente no era tan pronunciada (de entre el 11 y el 13%).
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Un vistazo antes de subir
Salvador en medio de la subida
