jueves, 3 de septiembre de 2009

Salida accidentada

26 de agosto de 2009.
Todos los que usamos la bicicleta para hacer ejercicio o como medio de transporte hemos tenido alguno que otro incidente eso es inevitable.
Mi amigo Salvador y yo íbamos subiendo una pendiente cuando se nos unió otro ciclista y se pegó a nuestra rueda, hasta aquí todo muy bien, tres ciclistas ya hacen bulto, seguimos tranquilamente hasta que un auto que estaba estacionado se movió de repente sin fijarse poco después de que yo pasé e impactó a Salvador que venia en medio, inmediatamente voltee hacia atrás al escuchar un golpe seco contra el coche seguido del característico sonido que hace una bicicleta al caer y observé a mi amigo tirado en medio del camino, afortunadamente el ciclista que venia detrás de nosotros inmediatamente bajo de su bicicleta para auxiliarlo, el automovilista intento darse a la fuga pero una de las bicicletas quedo enfrente de su auto y no le quedo mas remedio que bajar pero no para preguntar como estaba la persona a la que acababa de afectar sino para comenzar a alegar conmigo porque vio que mi amigo estaba tratando de recuperarse y el pobre no podía ni pensar con claridad por el dolor, cuando vi a Salvador en esas condiciones deje al tipo hablando solo y fui a ver como se encontraba, tenia raspones en la rodilla y el costado del muslo izquierdo, las dos muñecas doloridas así como el codo izquierdo, después de unos minutos se repuso y pudimos regresar, afortunadamente no se lastimo seriamente pero si quedo con varios moretones e inflamaciones, nuestro compañero ciclista se marcho y solo le di las gracias porque reacciono rápido y evitó con su cuerpo y su vehículo que los autos que venían detrás de él lo arrollaran.
Afortunadamente no todos los automovilistas son así, muchos nos ceden el paso, a ellos muchas gracias en verdad, pero basta con uno solo de los que circulan sin precaución para arruinarle la salida en el mejor de los casos a un ciclista, cuando no la maquina o incluso la vida y lo peor de todo es que si ya lastimarón a alguien todavía se bajan a agredir física o verbalmente.
Este fue el auto que derribó a mi amigo.


Gajes del oficio

No hay comentarios:

Publicar un comentario